Los cuerpos se comportan de manera diferente cuando la luz los ilumina. Según dejen pasar o no la luz los cuerpos pueden ser:
Transparentes.
Dejan pasar casi totalmente la luz que les llega. A través de ellos podemos observar los objetos que se encuentran detrás.
Ejemplos: el agua pura y el vidrio.
Translúcidos.
Dejan pasar solo una pequeña parte de la luz que les llega. No podemos ver con claridad los objetos que están situados detrás de ellos.
Ejemplos: el vidrio esmerilado y el papel de seda.
Opacos.
No dejan pasar la luz que les llega. No podemos ver los objetos que hay detrás de ellos.
Ejemplos: madera, metal o mármol.