Suele crecer por encima del suelo.
Sirve para sujetar las hojas y los órganos reproductores, como las flores; y para transportar el agua y las sales minerales desde la raíz hasta las hojas.
Existen dos clases de tallos:
El tallo leñoso, que es duro y resistente. Como el de los árboles:
El tallo herbáceo, que es delgado, frágil y flexible. Como el de la violeta o el perejil: