Todos los seres vivos de un ecosistema dependen unos de otros y se relacionan entre sí.
Durante mucho tiempo, el ser humano no se ha preocupado de cuidar y proteger los animales y las plantas. Creía que estos no desaparecerían nunca.
Para evitar que en determinados lugares desaparezcan algunos animales y plantas, se han creado espacios protegidos por las leyes.
Por ejemplo en un parque nacional no está permitido cazar, ni arrancar plantas ni talar árboles. Tampoco se puede contaminar el terreno o las aguas de los ríos, estanques o lagos.
Los parques naturales no solo sirven de refugio para los seres vivos. También se consideran aulas de la naturaleza porque se pueden observar a los animales y plantas en su medio natural y aprender a proteger el medio ambiente.
Por este motivo, cuando visitemos un parque nacional, hemos de cumplir todas las normas que los cuidadores y vigilantes nos pidan.